miércoles, 20 de mayo de 2009

Madres Malas

Un día, cuando mis hijos estén crecidos lo suficiente para entender la lógica que motiva a los padres y madres, yo abré de decirles: "los amé lo suficiente como para haberles preguntado a dónde van, con quién van y a qué hora regresarán"
Los amé lo suficiente para no haber quedado callada y hacerles saber, aunque no les gustara, que aquel nuevo amigo no era buena compañía. Los amé lo suficiente para hacerles pagar las golosinas que agarraron del supermercado o las revistas del quiosquero, y hacerles decir al dueño:"Nosotros tomamos esto ayer y queremos pagar"
Los amé lo suficiente como para haber permanecido en pie, junto a ustedes, dos horas, mientras limpiaban su cuarto, tarea que habría hecho yo en 15 minutos.
Los amé lo suficiente para decirles. NO, cuando sabía que ustedes me odiarían por eso (y en algunos momentos sé que me odiaron).

Esas eran las batallas más difíciles de todas. Estoy contenta vencí...¡Porque al final ustedes ganaron también!
Y cualquiera de estos días, cuando mis nietos les pregunten a sus padres si su madre era mala, mis hijos les dirán:"Si, nuestra madre era mala. Era la madre más mala del mundo. Los otros chicos comían papas fritas y bebían gaseosas y helados en el almuerzo y nosotros teníamos que comer arroz, carne, verduras y frutas.
Mamá tenía que saber quiénes eran nuestros amigos y qué hacíamos nosotros con ellos.
Insistía que le dijéramos con quién ibamos a salir, aunque demoráramos apenas una hora o menos. Ella nos insitía para que siempre le dijéramos la verdad. Y cuando éramos adolescentes no se cómo, conseguía hasta leernos el pensamiento. ¡Nuestra vida sí que era pesada!
Ella no permitía que nuestros amigos nos tocaran bocina para que saliéramos; tenían que bajar, golpear la puerta y entrar para que ella los conociera.
Cuando todos podían volver tarde de la noche con 12 años, tuvimos que esperar como hasta los 16 para hacerlo, y aquella pesada se levantaba para saber si la fiesta había estado buena (en realidad sólo lo hacía para ver en qué estado estábamos al volver).
Por culpa de nuestra madre, nos perdimos inmensas experiencias en la adolescencia.
Ninguno de nosotros estuvo envuelto en problema de drogas, robos, actos de vandalismo, violación de propiedad, ni fuimos presos por ningún motivo. ¡Todo fue por culpa de ella!
Ahora que somos adultos honestos y educados, estamos haciendo lo mejor para ser "padres malos", como fue mi madre. Yo creo que este es uno de los males del mundo hoy: ¡No hay suficientes madres malas!

Médico Psiquiatra Carlos Hecktheuer

lunes, 4 de mayo de 2009

BIENVENIDOS




Estimados padres:


Les damos la bienvenida a este nuevo espacio, que esperamos sea de real comunicación.


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